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Alibaba promete abrir China para vinos y carne de Argentina

El acuerdo con la plataforma de comercio electrónico del gigante asiático es visto por expertos y empresarios como una buena oportunidad para abrirse paso en un mercado muy complejo. Pero advierten que las barreras culturales y logísticas son todo un desafío, especialmente para las Pymes.

Entre los bodegueros locales hay un dicho que señala que si la Argentina pudiese vender una botella de vino a cada una de las 1.300 millones de personas que viven en China, la industria vitivinícola nacional habría conquistado el mundo.

 Pero el gigante asiático no es cualquier mercado: si bien el consumo de esta bebida ha cobrado popularidad, especialmente entre los millennials, desembarcar en esa nación no ha sido fácil para los bodegueros argentinos.

Tal es así que, desde el año 2002 -cuando se produjo el boom exportador- están tratando de ganar presencia en ese destino.

Es por eso que no pasó desapercibido el acuerdo que acaba de sellar el Mauricio Macri con el carismático Jack Ma, fundador y CEO de Alibaba Group, el gigante del comercio electrónico.

El memorando de entendimiento consiste en un proyecto piloto para que las empresas albicelestes, principalmente las pequeñas y medianas, puedan utilizar esta plataforma de e-commerce para penetrar en ese difícil mercado.

El plan, muy ambicioso, arrancará en una primera etapa con dos complejos productivos estratégicos para las economías regionales: el del vino y el de la carne (incluyendo vacuna, aviar y pescados).

“Bajo este acuerdo, las plataformas de Alibaba serán designadas como canales oficiales por el gobierno de Macri, que también va a proveer de soporte online y offline a los productores de vinos nacionales en China”, señalaron desde la Agencia de Inversiones.

“Esos canales recibirán apoyo con campañas para aumentar la conciencia y la educación sobre la cultura vitivinícola argentina y la promoción de relaciones entre comerciantes de los diferentes países”, completaron.

“Al mismo tiempo, las partes trabajarán en forma conjunta para promover la exportación y comercialización a China de alimentos frescos y productos agrícolas nacionales, como algunos cortes de carne, pollo y mariscos“, agregaron desde la entidad.

Michael Evans, presidente de Alibaba Group prometió que “este acuerdo ayudará a consolidar el comercio bilateral“.

“Argentina es uno de los mejores productores de vino y alimentos del mundo. Los consumidores chinos tienen un creciente interés por adquirir alimentos frescos y productos de calidad internacional”, afirmó.

En su visión, los beneficiarios finales serán las pequeñas y medianas empresas albicelestes, que tendrán acceso a oportunidades comerciales internacionales sin precedentes, a través de las plataformas de Alibaba.

El bife argentino, también presente
En cuanto a las oportunidades que se abren para el mercado de la carne, los expertos señalan que se parte de una situación más ventajosa que en el caso de los vinos.

En diálogo con iProfesional, Miguel Schiaritti, presidente de la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA), destaca que “China pasó a convertirse en el principal destino para los cortes vacunos“.

Según datos del Senasa, en el primer trimestre los envíos al gigante asiático totalizaron casi 20 millones de kilos (u$s77 millones), superando así a los despachos a Alemania, segundo en el ranking (u$s64 millones).

“China hoy representa el 20% de nuestras colocaciones y esto se logró muy rápido, dado que la primera exportación fue hace cinco años”, detalla Schiaritti.

Añade que el acuerdo con Alibaba “es una ventana interesante ya que es un mecanismo de comercialización poco conocidos para nosotros”. Sin embargo, advierte aún resta ver la letra chica sobre cómo va a ser instrumentado.

“Todavía hay bastante incertidumbre. Aún no sabemos cómo funcionará el esquema para que los consumidores, comercios asiáticos y restaurantes puedan adquirir cortes vacunos argentinos“, señala.

Hoy día, existen 18 frigoríficos auditados por las autoridades sanitarias de ese país para exportar, sobre un total de 80 establecimientos albicelestes con presencia internacional.

La diferencia entre China y otros países, según el presidente de CICCRA, es que “adquiere principalmente cortes baratos, de escasa calidad, a diferencia del mercado europeo”. Esto se evidencia en el comparativo del precio promedio por tonelada: u$s4.000 versus u$s11.000 que pagan los alemanes.

Los expertos señalan que la principal barrera para crecer en el negocio de los alimentos es cultural. Básicamente, porque los consumidores chinos saben muy poco de la Argentina.

Por ello, desde el Gobierno destacan que como parte de las medidas de cooperación establecidas en el acuerdo, Alibaba Group tiene como consigna organizar iniciativas promocionales a lo largo del año.

La primera de ellas, de hecho, está prevista en el marco de la visita de Mauricio Macri a ese país, a mediados de mayo.

El desafío de la botella
En el gobierno de Macri sobra el optimismo, sustentado en el hecho de que las compras de vino se dispararon en la nación asiática.

De hecho, ya se consumen 16 millones de hectolitros, prácticamente la mitad que en uno de los mayores mercados a nivel mundial (EE.UU).

Los funcionarios catalogan esta alianza como sumamente estratégica, ya que las ventas realizadas a través del canal online explican cerca del 50% del comercio total vitivinícola en China.

Mientras que en el siglo XX el consumo era completamente marginal, en los últimos diez años se produjo un fuerte cambio cultural, producto del surgimiento de una clase media compuesta por más de 110 millones de individuos.

Desde la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), su titular, Ángel Leotta, celebró la medida: “Es una plataforma novedosa y de gran potencialidad, de modo tal que el acuerdo genera mucha expectativa“.

Es verdad que las posibilidades que ahora se abren son muy grandes, pero también es cierto que este sector “la viene remando” en ese destino desde el 2002 (que es cuando se comenzó a gestar el salto exportador).

En otras palabras, ya transcurrieron 15 años y China nunca ha pasado de la categoría de “promesa” para las bodegas locales.

Según datos del Observatorio Vitivinícola, en 2016 los envíos totalizaron 5,6 millones de litros por apenas u$s23 millones. Esta última cifra -que se mantiene en una meseta- significó menos del 3% de las exportaciones totales de este producto (u$s820 millones ese año).

A modo de referencia, los envíos a los Estados Unidos -principal destino para los vinos locales y donde el Malbec sigue ganando adeptos- fueron 13 veces superiores.

“El gigante asiático ha sido un mercado sumamente complicado para las bodegas argentinas. Llegamos a representar casi el 2% del share del negocio del vino importado, pero luego caímos y hoy tenemos apenas 1%“, afirma a iProfesional Javier Merino, director de la consultora especializada Area del Vino

El experto expresa que “somos muy pequeños en comparación con países con más trayectoria, como Francia, Italia, España o Australia“.

Una de las principales dificultades para crecer en China es la distancia. Una misión comercial puede resultar cara y difícil de encarar para una empresa. La clave pasa por encontrar un distribuidor confiable, cosa que no siempre es fácil.

En un diálogo con iProfesional, Alberto Arizu, presidente de Wines of Argentina, el organismo de promoción del vino nacional en el mundo, afirma que para crecer en ese destino, en el que cada ciudad puede ser un país en sí mismo, “hay que invertir tiempo y dinero. Es necesario agarrar la valijita y viajar”.

El otro problema que marcan los expertos es que se trata de un mercado de extremos:

-En el segmento de precios bajos es prácticamente imposible competir: las bodegas chinas producen a gran escala el 80% de lo que se consume, gracias a 700.000 hectáreas de viñedos, la segunda mayor superficie mundial, sólo superada por España.

Según un informe del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), el vino oriental “suele ser barato, de baja calidad y comercializado por grandes marcas de esa nación, a partir de un marketing muy agresivo que les permite una gran penetración”. Eso hace que, por cuestiones de volumen y logística, el producto argentino casi no tiene chances en esta categoría.

-En el segmento de vinos importados de muy alta gama, los valores que se manejan son ostensiblemente superiores y los consumidores, de gran poder adquisitivo, optan por etiquetas de altísima calidad provenientes de Europa, que manejan más del 60% del mercado.

Así las cosas, al ser consultados sobre las oportunidades que se generan tras la alianza con Alibaba, los expertos combinan optimismo con una buena dosis de cautela.

“Se abre una puerta interesante, porque el comercio electrónico está creciendo a tasas significativas. Contar con un espacio en la principal plataforma de comercio electrónico constituye de por sí una excelente oportunidad“, señala Merino.

“Cada año unas 130 bodegas argentinas exportan a ese país. Si bien la mayoría lo hace por volúmenes pequeños, contamos con una buena base de empresas que al menos ya tienen un pie allí”, expresa Merino.

“A partir de hacerse de un stock en Asia, podrán aprovechar las ventajas que ofrezca Alibaba, que es un monstruo comercial”, completa.

Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola (UVA), considera que el convenio “posiblitará que las bodegas pequeñas y medianas eviten una serie de intermediaciones y costos que hoy día elevan la barrera de entrada en ese mercado.

Sin embargo, no prevé un boom de ventas en el corto plazo. “El impacto no será inmediato ni explosivo, pero es un camino a seguir“, afirma.

Villanueva agrega que “el acuerdo es importante”, pero que debe ser considerado en su justa medida, “sin sobre ni subestimarlo”.

 

Fuente: Agromeat

 

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