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Chile y la carne: ¨Depende de los productores recuperar el mercado europeo¨

Ya están superados los problemas con el sistema de trazabilidad e identificación animal que hicieron que a partir de 2013 no se pudiera exportar carne bovina a la UE.

El nuevo jefe de la División de Protección Pecuaria del SAG, José Ignacio Gómez, destaca que ya están superados los problemas con el sistema de trazabilidad e identificación animal, que hicieron que a partir de 2013 no se pudiera exportar carne bovina a la UE.

Hoy, si se quiere recuperar el mercado europeo, depende más de los productores que del SAG. El sistema Pabco está funcionando, el sistema de trazabilidad también. En todos los predios Pabco la trazabilidad es absolutamente controlada por el productor; por lo tanto, cada uno de sus animales, que están identificados, puede tener un destino comercial en cualquier mercado del mundo, incluyendo Europa”. Así de tajante es José Ignacio Gómez, el nuevo jefe de la División de Protección Pecuaria del Servicio Agrícola y Ganadero, quien recientemente reemplazó en el cargo a Juan Enrique Moya, quien a su vez fue nombrado agregado agrícola en Indonesia.

 

En marzo de 2013, Chile perdió el mercado europeo para la carne bovina. Un control a los sistemas de trazabilidad, hecho por inspectores de la UE, llevaron a que ese conglomerado “invitara” a Chile a automarginarse de la lista de países autorizados a exportar carne bovina. Específicamente, la Unión Europea hizo dos observaciones al SAG: Uno, que muchos de los productores -en su gran mayoría pequeños y medianos- inscritos en los Pabco, es decir, planteles bajo control oficial, no estaban cumpliendo con las exigencias que se habían puesto; por lo tanto, se les tuvo que sacar de la lista de predios autorizados, y dos, que el sistema de trazabilidad no permitía hacer un seguimiento a cada uno de los animales que llegaba a faena con destino a Europa.

 

“Lo de la trazabilidad ya se resolvió y hoy es perfectamente trazable cada animal que es faenado para Europa. Luego que los planteles que no cumplían fueran sacados de la nómina quedaron 60, después de haber sido casi mil. Esos 60, que estaban trabajando perfectamente con los requisitos, han ido creciendo sustantivamente y ya son 132. Con la masa animal que tienen podrían incluso copar la cuota de Europa. Y, según nos decían los mismos productores, van a seguir creciendo ahora que Rusia y China tienen exigencias similares a las de Europa. Todos los planteles que están en Pabco no tienen problema para exportar”, concluye.

 

El médico veterinario José Ignacio Gómez ha estado vinculado al Servicio Agrícola y Ganadero por al menos 15 años de su carrera. Fue director metropolitano del SAG y también agregado agrícola en Japón. En los últimos años ha trabajado para empresas extranjeras y asesorado a países de Centroamérica en temas sanitarios y cuarentenarios. El año pasado volvió para asesorar al SAG en temas de trazabilidad, y en marzo de 2015 asumió como jefe de la Unidad de Trazabilidad Animal, pero un mes después saltó a la jefatura de la División de Protección Pecuaria.

 

“Como SAG, mi prioridad va a ser darles mayor eficacia y agilidad a todos los procesos y programas, con el objeto de apoyar cada uno de los procesos exportadores, basados en nuestro foco, que es la sanidad. Entonces, el corazón de Pecuaria va a ser la sanidad, pero las manos y la fuerza estarán proyectadas a las exportaciones”, destaca.

 

-La trazabilidad ha sido uno de los temas que más complicaciones ha provocado al SAG en los últimos tiempos, principalmente por la imposibilidad de usar el Sistema de Información Pecuaria, Sipec-web. ¿A qué se debió? ¿A fallas del sistema o de las personas que debían usarlo?

-Para tener claro el contexto, este es un tema nuevo a nivel mundial y a la mayoría de los países les ha ido mal. Ha sido muy difícil implementar el sistema de trazabilidad, hay dos o tres en el mundo que hoy se manejan bien, pero llevan 30 a 40 años en el tema. Todos los que han entrado en las últimas décadas han tenido complicaciones, porque la trazabilidad animal no solo es para el tema comercial, sino que a la vez es parte del tema sanitario, pero también depende mucho de si los productores se suman o no a la actividad. En Chile, al principio, la industria se sumó bien, y después, cuando se hicieron algunos cambios para el sistema Sipec y se amplificó la cobertura abordando al ciento por ciento de los animales, el sistema no dio y se produjo el quiebre, y las complicaciones que todos conocemos.

Lo primero que se hizo fue estabilizar el sistema porque tenía problemas informáticos. Se hizo un trabajo muy grande en su estructura y hoy está estable y funciona. Respecto de las fallas que había, la última estadística muestra 93% de mejora. La operatividad del sistema informático funciona, pero no completamente bien aún, porque requiere que muchos productores ingresen la información y se acostumbren a eso. Depende mucho de la voluntad de ellos y el SAG tiene que afinar la fiscalización. No obstante, el sistema hoy permite hacer la trazabilidad para los que quieran exportar y también, con relativa calidad, hacer gestión sanitaria al SAG.

 

-Se anunció anteriormente que se desarrollaría un nuevo sistema Sipec web. ¿En qué va y cuándo podría estar listo?

-El sistema actual está estable en base a ajustes y arreglos; por lo tanto, ahora se va a hacer una nueva solución teniendo la experiencia que se ha acumulado, pero mucho más robusta. Estamos mirando que tenga un horizonte de vida útil de por lo menos 10 años más. El actual sistema es para dos o tres años, por eso tenemos que mirar hacia adelante. Se inició ahora el proceso y debiera tener las primeras versiones de prueba en el tercer trimestre del próximo año. Se han hecho varios trabajos que habían quedado suspendidos. Por ejemplo, estamos trabajando con las ferias ganaderas que tenían complicaciones con el tema de la trazabilidad, y se desarrolló un módulo que hace más eficaz y más ágil la tarea con los informáticos de todas las ferias.

 

-¿Cuánto implican en inversión los cambios?

-El presupuesto de este año para Sipec es de $500 millones, no solo para el arreglo del sistema sino que, además, para la contratación de mucha gente para digitación, supervisión, entrenamiento en regiones de los distintos actores y encargados del tema. Pasamos de siete personas hace tres años a 27 trabajando en el país exclusivamente en este tema. Por eso la usabilidad del sistema ha sido mucho más fácil y eficaz. Además, se ha dedicado presupuesto a ampliar la cobertura a los sectores que no estaban entrando al sistema o lo hacían con mucha dificultad, principalmente pequeños agricultores que llegaban a la feria con sus animales y no tenían trazabilidad. A ellos se les está subsidiando y trabajando con Indap para que se haga la trazabilidad desde el inicio.

 

-El sector privado criticó mucho que Chile se hubiera comprometido en acuerdos un sistema de trazabilidad difícil de cumplir, y lo comparaba con el de Uruguay, que sería más flexible.

-Esa crítica era específica para China, porque cuando se negoció en alguna parte de los protocolos de acuerdo Chile puso que iba a realizar la trazabilidad de cada animal, vivo o como carne. Además China puso otras exigencias. Decían por qué Chile puso esos requisitos, pero justamente hace algunas semanas, después de hacer análisis de todo este sistema y definir cómo se va a certificar, se vio que es muy simple. Prácticamente todos los productores de carne podrían exportar a China, todos los que están en cualquier tipo de Pabco, no solo el de la UE, y no requieren trazabilidad completa, solo trazabilidad al nacimiento y seguimiento. Por lo tanto, el tema es bastante más simple y no va a provocar ninguna complicación. Una prueba fue la exportación de vaquillas que ya dos veces ha sido un éxito. Además, hay varios mercados que quieren hacer acuerdos sanitarios para importar animales en pie. Es un mercado que se desarrolló fuertemente y la trazabilidad funcionó perfectamente. Los compradores y las autoridades del país comprador estaban acá y verificaron todo. Y para las carnes debiera funcionar igual.

Para nosotros lo principal es que Chile posee un potencial de mercado que debe aprovechar, por la sanidad que es muy buena; por lo tanto, hay que hacer todo lo posible para que esa sanidad se convierta en comercio.

 

-¿El SAG siente como presión el que la cadena de la carne vea la exportación como una salida a la crisis repetida que vive?

-Tengo la convicción de que con la sanidad que tiene Chile y el potencial productivo se puede ampliar por muchas veces lo que hoy se está exportando. Siempre nos encontramos con algunos problemas internos, y los que están en el ámbito de acción del SAG tenemos la obligación de resolverlos rápido, con agilidad y eficacia. Pero a veces nos encontramos con problemas en los mercados, en los que hay muchos compradores que quieren importar, pero sus autoridades sanitarias no tienen el mismo ritmo de los importadores. Estamos haciendo mecanismos conjuntos en los que la empresa privada trabaja con sus representantes en el país importador, y nosotros trabajamos con la autoridad sanitaria para que aceitemos el proceso y logremos rápidamente acuerdos sanitarios.

 

 

 Más erradicaciones

Según Gómez, en los últimos años se les “bajó la potencia”, o no tuvieron una orientación clara, los programas de erradicación de la brucelosis y la tuberculosis bovina. “Ahora se redefinieron todos los esfuerzos, se les dio más recursos para definitivamente eliminar la brucelosis, esa es la apuesta. Tenemos prevalencias bajas en algunas zonas y ahí el objetivo es erradicar y donde hay prevalencia más altas -en La Araucanía- se hará un plan especial, muy intenso, prácticamente inédito, para de aquí a unos tres años, dejar libres a la gran mayoría de las regiones, pero La Araucanía podría tomar algunos años más.

 

En tuberculosis también hay un plan de erradicación y control. Sería erradicación en las zonas extremas, donde la prevalencia es baja, y control en la zona central. “Esto con un sistema más claro, con recursos y decisión política. Los productores se complican con los costos en que tienen que incurrir, pero se complican mucho más si no saben si se puede limpiar o si va servir de algo sacarse la enfermedad”, agrega.

 

 

Inspecciones al maltrato animal

Este mes partió el SAG con la fiscalización del bienestar animal, principalmente en el área del transporte, cuyo objetivo es tener un animal menos estresado.

 

“Las normas que hay en Chile no son difíciles de cumplir y, por lo mismo, estamos haciendo todo un trabajo de capacitación y de difusión. Se ha hecho fiscalización, pero muy puntual”, señala José Ignacio Gómez.

 

El punto más crítico hoy es el transporte del ganado. “La normativa define la cantidad de animales por espacio. También considera la duración de los viajes y los descansos intermedios y la alimentación de los animales”, agrega.

 

 

Las amenazas en la frontera

* Prevenir la entrada de fiebre aftosaal país es una de las prioridades del jefe de Protección Pecuaria, quien señala que las barreras están funcionando bien, aunque la amenaza siempre está. “Ahora está lejana, porque América Latina tiene un plan regional que ha estado funcionando bien, pero siempre hay algunos casos positivos en algunos países, por lo tanto, nos protegemos. Argentina hoy está libre con vacunación en una zona y libre sin vacunación en otra. Es menor el riesgo, pero es una enfermedad frente a la que nunca bajamos la guardia. De hecho, se retomó un cierto nivel de exigencias más alto en las importaciones para resguardarse principalmente del tema aftosa”, dice José Ignacio Gómez.

 

* Síndrome respiratorio de los cerdos o PRRS, es otra enfermedad que sigue desafiando la sanidad chilena. Está en operación un programa con la industria que está caminando bien para erradicar la enfermedad. “Probablemente se pueda acelerar el camino, depende básicamente de los productores”, cuenta Gómez.

 

* La diarrea viral porcina también amenaza desde Perú. Para eso se ha fortalecido la vigilancia en la XV Región, se modificó totalmente el sistema para protegerse de todo lo que eventualmente pueda entrar. “Hay una barrera y sistema de vigilancia muy eficiente que no existía antes solo con el objetivo de manejar en forma óptima cualquier amenaza”, agrega.

 

* La influenza aviar es otra enfermedad que genera preocupación, porque Estados Unidos tiene una cantidad grande de focos junto con Canadá. “Eso configura un cuadro de mucho riesgo para Chile, porque la gran mayoría de las aves migratorias que tienen ruta por el Pacífico parten desde el norte de Canadá y llegan hasta el sur de Chile, por lo que son un vehículo de la enfermedad; por lo tanto, ahí también hemos reforzando la vigilancia y comenzamos a trabajar con la industria frente a ese riesgo, que es muy grande”.

Publicado el: 25 mayo, 2015    Fuente: Revista de Campo