Un equipo de investigadores -integrado por el INTA, la UBA y Aacrea- desarrolló un sistema que informa sobre la producción de materia seca de pasturas y pastizales en las principales zonas ganaderas.
Con datos provistos por los satélites y un algoritmo calibrado para estimar la producción de materia seca en las principales regiones ganaderas del país, investigadores del INTA, de la Facultad de Agronomía de la UBA y de Aacrea analizaron datos climatológicos y de coeficientes de funcionamiento de la vegetación. Con todo esto, más los registros del satélite MODIS, desarrollaron un sistema que brinda información actualizada sobre el estado de pasturas y pastizales en las principales zonas ganaderas del país.
De acuerdo con Lisandro Blanco, especialista en manejo de pastizales naturales del INTA Chamical -La Rioja-, «esta herramienta permite visualizar, de manera fácil y rápida, la tasa de crecimiento de los recursos forrajeros de la Mesopotamia, parte del Chaco y Patagonia y prácticamente todas las áreas ganaderas de la Región Pampeana, lo que significan unas seis millones de hectáreas».
Debido a que el informe contiene datos sobre la situación actual y próxima pasada de los recursos forrajeros típicos de cada región o subregión. «Será útil para detectar problemas de escasez o exceso de forraje y, por lo tanto, anticipar posibles soluciones: desde estrategias de manejo hasta medidas políticas paliativas de ayuda«, explicó Mariano Oyarzabal, investigador del Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección (LART) de la FAUBA y el CONICET.
«Con esto, aquellos productores ganaderos de base pastoril, podrán diagnosticar mejor la situación forrajera y anticiparse a los problemas», señaló Blanco y agregó: «Planificar el uso del forraje le va a dar mayor previsión al productor ganadero, lo que podría aumentar se estabilidad productiva ante las fluctuaciones climáticas».
El sitio web produccionforrajes.org.ar contiene la información forrajera por tipo de pastura cultivada (agropiro, gatton panic o polifítica, entre otros) o tipo de pastizal (estepa o mallín). «Contamos con estimaciones de producción de materia seca por hectárea y por mes con relativa buena precisión en el tiempo (dos registros por mes) y en el espacio (un dato cada seis hectáreas)», indicó Blanco.
La información de base se obtiene de un satélite que «mira» toda la superficie terrestre cada día, de bases de datos climAsignar imagen destacadaatológicas y de coeficientes de funcionamiento de la vegetación. «Con todo esto, más un algoritmo calibrado para cada región, hacemos estimaciones de producción de materia seca disponible», señaló Oyarzabal.
En cuanto a la importancia de contar con datos actualizados, Oyarzabal aseguró que «como la producción de materia seca es muy variable, tanto entre sitios y regiones como entre fechas para un área determinada, medir la producción de materia seca en tiempo real y contar con esa información actualizada es clave para manejar el pasto».
La iniciativa es financiada por el Conicet, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (Anpcyt), el IPCVA y el Ministerio de Agroindustria.
Fuente: Revista Chacra
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