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La Revolución Tecnológica del Agro: Robots y drones que permiten cuidar el ganado

La robótica y la tecnología siguen revolucionando al agro. Una uruguaya creó un sistema para monitorear el ganado a distancia y evitar el abigeato. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) distinguió al proyecto como el más innovador.

Entre 1940 y 1970, la siembra de variedades mejoradas de maíz, trigo y otros granos para incrementar la productividad agrícola en Estados Unidos, cultivando una sola especie anual y aplicándole grande dosis de fertilizantes, agua y plaguicidas, fue conocida como la «revolución verde» y sacudió al mundo.

La agricultura granelera, al igual que la ganadería de carne y leche, se fue volviendo cada vez más dependiente de la tecnología que, más allá de buscar un incremento de la productividad, también se focalizó en la solución de problemas específicos. Sistemas de ordeñe robotizados, máquinas en agricultura que siembran midiendo la humedad del suelo y aplican la cantidad de semilla necesaria e incluso en Australia, robots que conviven con las vacas lecheras en el campo, miden cuánto consumen de forraje cada una y detectan si están en celo para ser inseminadas, forman parte de un presente que muestra una verdadera revolución tecnológica que tendrá tanto o mayor impacto que la «revolución verde».

Uruguay no se queda atrás. Esta semana el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) premió en Washington como el proyecto más innovador del año en América Latina y el Caribe al invento de Victoria Alonsopérez, una ingeniera en electrónica y comunicaciones, uruguaya de 27 años, cofundadora junto a Sebastián Berchesi de la empresa IEETech. La distinción, que incluye apoyo monetario, contribuirá a la expansión de Chipsafer, una plataforma que permite el seguimiento, ubicación y medición del estado sanitario del rodeo vacuno.

El galardón fue otorgado en la conferencia «Idear Soluciones para Mejorar Vidas» (Demand Solutions) y es el premio a los innovadores jóvenes más importante en toda la región. Se habían seleccionado 16 jóvenes innovadores.

 

Novedoso.

 

El proyecto a la uruguaya, consiste «en un sistema de monitoreo a distancia que también permite evitar el robo de ganado (abigeato) y lo que lo hace diferente es que el sistema se recarga solo. Puede transmitir información sin tener que ser recargado y es activo», dijo a El País desde Washington Alonsopérez.

Con un funcionamiento y eficacia chequeado en Uruguay, tanto en el Centro Regional Sur de la Facultad de Agronomía como en predios comerciales de productores, se le coloca un dispositivo al animal que transmite información a un servidor, esa información es procesada y se le envía al productor rural.

«El productor puede saber, entrando a una página en Internet, dónde están los animales, recibir alertas si el animal se va de un predio a otro o si se le quita el dispositivo colocado en un collar o en un bozal», explicó la creadora.

La información procesada también permite armar estadísticas para mejorar la producción. «Lo innovador es el sistema que se le pone al animal (a través de un dispositivo en un collar o bozal) y envía datos», señaló Alonsopérez a El País.

Para lograr el prototipo que sirviera a los propósitos planteados, la emprendedora debió utilizar todos sus conocimientos en ingeniería aeroespacial, donde ya había trabajado con pequeños satélites.

«Lo empecé como una herramienta que posibilitara detectar enfermedades», reconoció la uruguaya. Es que, aunque era muy pequeña, vivió la epidemia de aftosa en 2002, cuando Uruguay perdió todos los mercados para sus carnes, animales vivos y subproductos.

«Cuando me recibí de ingeniera, ingresé a la página Internacional de Telecomunicaciones y veo que había un llamado para una competencia y que era para solucionar un problema regional usando las telecomunicaciones. Lo aproveché. Diseñé el sistema y lo presenté a la competencia con el plan de negocios. Para mi sorpresa, de entre 400 proyectos de 77 países, mi proyecto ganó y con eso obtuve los fondos para poder empezar la empresa», relató.

Esta emprendedora y su socio contaron con el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), que «aportó dinero para el programa prototipo innovador. Desarrollamos todo este año el prototipo, lo terminamos y ahora estamos expandiéndonos, porque por un tema de costos buscamos una empresa que pudiera manufacturarnos en China nuestro propio diseño y estamos esperando que nos lleguen las primeras 400 o 500 muestras para marzo», señaló.

El sistema comenzaría a funcionar en marzo en predios ganaderos comerciales y ya se están recibiendo los primeros contratos.

 

Innovaciones

 

Por otro lado, drones y robots en la agricultura mundial hace rato que son moneda corriente, pero van surgiendo nuevas tecnologías que actualmente parecen salidas de una película de ciencia ficción.

En la industria del vino, en 2016 se lanzará un robot terrestre dotado con sensores «no invasivos», capaces de obtener y transmitir información sobre el estado del viñedo con óptima precisión.

La tecnología fue desarrollada por el grupo Televitis de la universidad de La Rioja y podrá determinar qué zonas del viñedo hay que regar y la cantidad de agua a usar. Pero, además de ahorrar agua, calculará cuánto influirá el riego en la productividad.

En Estados Unidos, otro robot, es capaz de aplicar el fertilizante que precisa cada cultivo en la cantidad exacta. De este modo, se evitan contaminaciones del medio ambiente.

Otra de las innovaciones pasa por un robot que es alimentado con energía solar y a través de sus cámaras analiza la humedad del suelo, comprueba las nutrientes de las plantas, detecta las plagas y avisa sobre la presencia de malezas. El invento fue desarrollado por la Universidad de Sydney (Australia) y está dedicado a la horticultura.

Por otro lado, ya se usan drones (pequeños aviones a control remoto) que toman imágenes aéreas y luego establecen y analizan la metodología para la fertilización nitrogenada del cultivo.

A su vez, investigadores de la Universidad de Michigan están usando su primer avión no tripulado para ayudar a los agricultores a maximizar los rendimientos mediante una mejora de la gestión del nitrógeno del agua y la reducción del impacto ambiental. También se han desarrollado drones para detectar malezas a través de un sistema que dé imágenes que le permite verlas mejor.

 

 FUENTE: ElPais.com.uy