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Las hembras vuelven a ser valoradas. (Por Ignacio Iriarte)

El porcentaje de hembras en la faena viene bajando en los último meses. Este comportamiento hace pensar en un incipiente proceso de retención de vientres.

Pese a la percepción general de que la oferta ganadera se ha reducido, en junio la faena fue un 5,4 por ciento más alta que el año pasado, lo que representa un volumen para abastecer un consumo de 62 a 63 kilos per capita.

El aumento en la oferta de hacienda que se esperaba para esta época se está demorando, porque los feedlots están alargando el ciclo de engorde (maíz barato, reposición cara) y porque el buen estado de los campos, la incertidumbre y un mercado firme están induciendo a miles de productores a agregar kilos baratos en el campo.

El porcentaje de hembras en la faena, que viene bajando hace varios meses, en junio fue de sólo 42,2 por ciento, mientras que en la zafra de terneros que está terminando se ha registrado una proporción mucho menor de hembras en relación a machos que en años anteriores.

La baja en la faena de hembras, y la fuerte reducción en la oferta de terneras de esta zafra hacen pensar que muchos productores han comenzado un proceso de retención, pese a la incertidumbre política y pese a que no está garantizado en absoluto que el próximo gobierno, al menos en el corto plazo, vaya a modificar la política ganadera actual.

Esta marcha positiva del mercado de carnes y haciendas se produce pese a la fuerte caída en el valor del crédito bruto de matanza, que ha disminuido desde octubre pasado un 40 por ciento, liderado por la baja en el valor del cuero, que acumula una caída del 42 por ciento en los últimos diez meses. También ha caído el valor de las achuras.

Más terneros, a futuro

Como se sabe, el stock ganadero a marzo último mostró un retroceso de 217 mil cabezas, explicado básicamente por la caída en las existencias de terneros, unas 350 mil crías menos que en marzo del 2014. Este último destete, que es de 13,3 millones de terneros, es lo que determinará en definitiva la faena y la oferta de ganado durante gran parte de este año y parte del año próximo.

O sea, estamos en 2015 usufructuando una camada o generación de ganado que es inferior a la anterior.

Pero todo indica, de acuerdo con el resultado de los tactos en casi todo el país y especialmente en la zona pampeana, que la próxima camada de ganado (destete de 2016) será sensiblemente mayor que la del año anterior.

Así como el destete 2015 fue 350 mil crías inferior a lo “normal”, el próximo destete, de acuerdo a los índices de preñez que estamos escuchando, sería por lo menos 500-600 mil terneros mayor a lo habitual.

Con las mismas 22,3 millones de vacas, se pasaría de producir 13,3 millones de terneros (59 por ciento de relación ternero/vaca) a producir 14,2 millones de terneros, o sea 63 por ciento de destete.

En forma más conservadora, si se repitiera el índice ternero/vaca del 2014 (61,6 por ciento), el año próximo el destete aumentaría en 400 mil crías.

El capital ocioso (el rodeo de vientres) es tan grande, que cuando se producen modestas mejoras en la productividad, por razones climáticas, se incrementa sensiblemente el destete, la faena de equilibrio y la producción de carne. Si el próximo destete fuera cercano al millón de cabezas superior al año anterior, entonces la producción de carne de equilibrio del 2016 y 2017 se incrementará en unas 220 mil toneladas anuales, repartidas por partes iguales entre ambos años.

 

Fuente: La Voz del Campo