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Las vacas colombianas sacan la cédula

¿Por qué es vital identificar las reses?

La Unión Nacional de Asociaciones Ganaderas (Unaga) y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) comenzaron este año el proceso de identificación de unos 23 millones de reses que hay en el país. Para diciembre del 2014, la meta es haber identificado 150 mil bovinos en 1.160 predios.

Según Unaga, esta titánica labor no solo servirá para contar las reses que hay en Colombia. También será una herramienta para poder hacerles seguimiento a los animales y así cumplir con requisitos de trazabilidad de productos en mercados como el de la Unión Europea.

Hasta el momento hay 65.597 animales identificados, en 545 predios de los departamentos de Antioquia, Boyacá, Caldas, Cesar, Córdoba, Cundinamarca, Magdalena, Nariño, Santander y Tolima. Ricardo Sánchez, presidente de Unaga, explica en detalle por qué es vital este proceso y cómo se lleva a cabo.

Si hay un brote sanitario, podemos saber con la información recopilada dónde nació el brote y generar una barrera sanitaria. Pero también es una forma de garantizar la trazabilidad de los productos. Es decir, cómo llegó el producto (que puede ser carne o leche) a la mesa. ¿De dónde provenía el animal? ¿Qué raza era? ¿Cuál era su historia sanitaria? ¿Dónde fue sacrificado? ¿Y qué mayorista lo comercializó? Hay mercados en el mundo, como la Comunidad Europea, donde exigen esa trazabilidad del producto.

Por último, la identificación es clave para ayudar a mejorar los datos nacionales y además será la base del Programa Nacional de Mejoramiento Genético Bovino, que adelanta Unaga.

¿Cómo es el proceso de identificación?

Lo primero que se hace es socializar el programa entre las asociaciones de ganaderos para que ellos entiendan el procedimiento, pero sobre todo las ventajas de colaborar. Los ganaderos tradicionales tienen cierta prevención a ser medidos, a ser comparados. Pero lo importante es que entiendan, que en el mediano y largo plazo van a contar con una herramienta de información y análisis fundamental, que nos va a permitir asesorarlos con un objetivo muy claro: mejorar sus hatos y aumentar la producción de carne o leche.

Después se hace la visita a los predios con funcionarios del ICA y de Unaga. Los animales se reúnen en corrales y entran en un brete. Ahí se le pone a cada uno una “chapeta”, que está diseñada como una cédula o una placa, y que tiene un número de identificación único en el mundo, porque incluso identifica el país. Esta se pone en una de las orejas del animal.

Paralelamente, los funcionarios registran una caracterización de cada animal, describiéndolo en sus características básicas (raza, sexo, edad, peso) y también haciendo una descripción de los predios donde están ubicadas las reses.

Por último, se le coloca un dispositivo electrónico a la res, que le manda información a un computador central. Es decir, que se puede identificar al animal electrónicamente. Unaga está desarrollando una plataforma digital con un software que puede hacer un seguimiento, cruzando todas las variables recogidas en campo.

 

 

Publicado el 11 de junio de 2014                             FUENTE: Portafolio.co