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Será un año con mayor uso de los sistemas de destete

El entore ya está en marcha y las decisiones que se tomen durante esta etapa, repercutirán en el stock vacuno y la oferta de novillos de los próximos años.

Con una base forrajera que no alcanza para alimentar todo el stock bovino del país, la suplementación se transforma en una herramienta que el productor utilizará cada vez más, principalmente este año, para lograr preñar las vacas. Hasta ahora, el uso de este herramienta se usó mucho más centrada en las categorías de cría y en parte de la invernada. El gran desafío es apuntar más a la recría, pues serán los futuros vientres del rodeo.
En la mayoría de las zonas que fueron afectadas por la sequía, los vientres recuperaron su condición corporal y entrarán al servicio en buen estado -la zona más complicada sería Rocha-, pero hay que recordar que hay una serie de vacas que conforman la cola de parción (parirán más tarde) y les costará volverse a preñar.
Para preñarlas, Uruguay “tiene suficientes tecnologías probadas”, aseguró a El País el investigador y actual director general del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Fabio Montossi.
Entre esas herramientas está el destete, sea de animales que ya cumplieron con su peso, porque las vacas parieron temprano y hay que sacarlos temprano del pie de la madre, como de aquellos otros cuyas vacas parieron en mal estado y que tengan necesidad de hacer un destete precoz. Segun Montossi, usar esta herramienta cuesta alrededor de US$ 60 por ternero.
El investigador recordó que este será un año donde el uso del destete, sea precoz o temporario, será muy superior a los demás. “Se pueden aplicar destetes temporarios de distintos tipos y esa vaca seguramente nos levante la condición corporal. Si es vaca de primera cría aún mejor será el porcentaje de preñez en términos de valor absoluto”, explicó Montossi.
Lo cierto es que, “no hay una única herramienta para volver a preñar las vacas que hoy no están en su mejor condición corporal”, sino “un set de herramientas. El tema es reconocer cuál es la mejor herramienta desde el punto de vista tecnológico y desde el punto de vista productivo y económico”.
El investigador agregó un componente más que es “el uso de la mano de obra en el establecimiento que es un elemento más a considerar, no tanto en su disponibilidad, sino también en su calificación”. Por eso, capacitar a la gente para que pueda detectar aquellos vientres en menor estado, sepa suplementarlos y asegurarse que vuelvan a ciclar, para lograr un ternero más por vaca, es fundamental en una ganadería moderna, donde los costos están en aumento.

 

Fuente: Pablo Antúnez, Rurales El País.