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Drones e inteligencia artificial, lo que se viene para la maquinaria

La Rural. Las innovaciones que ahora se ven en el campo son solo el comienzo de una nueva era, que estará dominada por la robotización y la conectividad.

La industria de la maquinaria agrícola está al borde de una nueva revolución, con eje en la robótica, la conectividad y la inteligencia artificial. En los últimos 15 años, los fierros se volvieron más eficientes en la era de la agricultura de precisión, pero lo que se viene en los próximos 10 años es la convergencia de los nuevos materiales -más livianos-, con la automatización y gestión para tomar decisiones con los datos literalmente en la mano (en el celular).

 

“La inteligencia artificial llegó para quedarse. En la próxima década se producirá una revolución tecnológica que provocará cambios en los paradigmas productivos, comparables a los producidos por la irrupción del tractor gasolero con asistencia hidráulica en las décadas del ´50 y ´60”, adelantó Mario Bragachini, referente en maquinaria agrícola del INTA, que volvió con todo a esta edición de La Rural.

 

Los fabricantes argentinos ya vienen innovando en los materiales, con pulverizadoras que tienen barrales hechos de fibra de carbono que los vuelven mucho más livianos, lo que reduce los procesos de compactación en los lotes y ahorra combustible, entre muchas otras ventajas. Pero este es solo el comienzo de la historia. La industria dejará de ser básicamente “fierrera” para incorporar nuevas aleaciones, bioplásticos y fibras vegetales.

 

Amadeo Nicora, presidente del INTA, y Mario Bragachini, referente en maquinaria agrícola del INTA.

Amadeo Nicora, presidente del INTA, y Mario Bragachini, referente en maquinaria agrícola del INTA.

 

A esta tendencia hay que agregar los avances revolucionarios en la electrónica y los softwares para el agro, que tendrán una interfaz cada vez más amigable para evitar que la enorme masa de información que ya se genera en los lotes se pierda y no se aproveche para afinar el proceso de toma de decisiones.

 

En un planeta que demanda producir más por cada metro cuadrado, por la necesidad de aumentar la cantidad de alimentos sin agravar el impacto ambiental, el INTA dice que será fundamental conocer la micro variabilidad del suelo y los cultivos, poder escanear los granos (para detectar impurezas, contenido de aceite y proteína), el estado nutricional de un cultivo o la presencia de malezas.

 

“También estaremos hablando de sensores que guíen a las máquinas entre líneas de cultivos –según la lectura de hormonas– para recoger sólo la fruta madura o que la ayuden para su autorregulación, que detecten insectos en granos almacenados”, contó Bragachini.

 

La ganadería también tendrá enormes ventajas. Se está pensando en drones con sensores remotos y cámaras multiespectrales que detecten el estado corporal de los animales y también en robots de ordeñe automático. “La información recolectada por los sensores alimentará un software con inteligencia artificial capaz de transformar esos datos en información agronómica para elaborar un diagnóstico”, concluyó Bragachini.

 

Fuente: Clarín Rural
Huella Software