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La próxima revolución tecnológica

Las tecnologías transforman la manera cómo vivimos, producimos, los modelos de negocios. Transforman todo. El sector agropecuario podemos resumirlo como un problema o ecuación del tipo salida/entrada. Cuánto y qué sacamos, con cuánto y qué entramos al sistema. Las tecnologías en ésta ecuación tienen un rol esencial.

En el muy corto plazo, en no más de 15 años, estaremos con escenarios tecnológicos muy diferentes a los actuales. Y eso revolucionará más el agro.

En 2013, la agencia Policy Horizons Canada involucró a Michell Zappa, quien se dedica a pensar las tecnologías y el futuro; he aquí un resumen de lo que arribaron para nuestro sector. Hay tres áreas de acelerado cambio de tecnologías que quiero compartir: sensores, automatización y alimentos.

Los sensores permiten un monitoreo del campo y sus recursos a bajo costo y en tiempo real, para saber el estado de los cultivos, del ganado, de la maquinaria y de la infraestructura. Incluyen los sensores de aire, suelo y agua, el equipamiento telemático (que nos dicen cuándo podría fallar el tractor o una cosechadora), todo lo que tiene que ver con la biométrica en la ganadería (collares con GPS, radio frecuencia –RFID– como ya tenemos en las caravanas de trazabilidad), sensores para los cultivos (ópticos por ejemplo, que se usan con los drones) y luego los sensores para medir el estado de la infraestructura.

El advenimiento de los drones ofrece al productor una visión muy diferente. Desde el aire, con capturas ópticas o multiespectrales, los cultivos muestran patrones que nos indican problemas de suelo, de agua, o enfermedades y nos ayudan a la detección del estrés. Y se pueden verificar con la frecuencia que uno quiera.

También se utilizan para monitoreo general del establecimiento o del ganado, y los nuevos incorporan aplicaciones de fitosanitarios. Cada vez a menor costo: sistemas agronómicos integrados y un uso más intensivo de los datos.

La automatización, agricultura y ganadería de precisión, y los robots, serán de gran ayuda para el chequeo y mantenimiento de los sistemas agropecuarios. Imagínese un pastoreo rotativo con sensores y micro robots que cambian las franjas de pastoreo.

En el área alimentos, los cambios son tan tremendos como escalofriantes. Las dos revoluciones vienen por el lado de alimentos diseñados genéticamente, nuevas plantas o animales. Tengamos presente que la técnica de editar el genoma, que permite eliminar o agregar, o hacer un copio y pego de genes como si fueran palabras de un texto, fue una de la más destacada innovación del año 2015.

Y tenemos el desarrollo de la carne cultivada en laboratorios. Partiendo de una célula del animal, se pueden generar miles de kilogramos de carne. Hace poco un prestigioso chef cocinó y degustó la primera hamburguesa cultivada así.

Se espera que en tan solo 10 años esté comercialmente viable para el consumidor, a un módico costo. Este mundo de carne sin animales, con impresoras 3D, créame que no es ciencia ficción y cambiarán la estructura de la cadena de suministro.

Cómo producimos, cómo nos alimentamos, cómo nos relacionamos y trabajamos, cambia aceleradamente. Pensemos al respecto.

 

Fuente: por Lautaro Pérez Rocha. Diario El Observador Uruguay.

 

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